El diagnóstico oportuno es el punto más importante en el pronóstico de la enfermedad y la supervivencia de la paciente, de ahí la importancia que las mujeres a partir de cierta época de la vida o en grupos seleccionados con factores de riesgo, se hagan una mamografía anual. Si un cáncer es detectado suficientemente temprano, y no se ha extendido más allá de la mama, la tasa de supervivencia a cinco años puede ser de hasta el 97%.